Cómo acostumbrarse al pescado desde niño
Junto a las frutas y verduras, el pescado es una de las piedras angulares de la dieta mediterránea.
Los expertos en nutrición coinciden en que se trata de un alimento fundamental para mantener una alimentación equilibrada y cardiosaludable, por distintos motivos. Por un lado, su consumo aporta a nuestro organismo proteínas de alto valor biológico y grasas de buena calidad, además de vitaminas (B3 y B12, entre otras), potasio, fósforo, yodo, selenio y sales naturales. Sin olvidar que es relativamente bajo en calorías y fácil de digerir. Beneficios para toda la familia en cualquiera de sus formas: azul o blanco, pero además de fresco, también congelado o incluso en conserva.
Lo que marca la diferencia entre el pescado azul y el blanco es su contenido en grasa.
En el caso de los blancos (merluza, gallo, bacalao, lenguado, rape…), es inferior al 3%. Un porcentaje que supera el 6% en los azules (anchoa, atún, caballa, sardina, salmón…). Son grasas cardiosaludables (omega 3), pues protegen el corazón y las arterias. Además, el pescado azul, gracias a su contenido graso, cuenta con más cantidad de vitaminas liposolubles K, E, A y, especialmente, D.
Asimismo, las proteínas del pescado contienen todos los aminoácidos esenciales que necesita el organismo. Esto es especialmente importante durante el crecimiento y el desarrollo corporal que tienen lugar en la infancia y la adolescencia, pero también en la edad adulta y en la vejez. Al fin y al cabo, es un alimento muy importante en la dieta, recomendable para todas las edades.
Lo aconsejable es comer entre dos y cuatro raciones semanales. La clave pasa por aprovechar los pescados de temporada y disfrutar de su sabor en la mesa. Su oferta es amplia, por lo que siempre tendremos la oportunidad de probar distintas especies y cocinarlas de manera diferente para apreciar todos sus matices.
Buen aliado contra la obesidad infantil
Es importante ofrecer a nuestros hijos, desde muy pronto, una dieta variada que incluya pescado. Así educaremos su gusto, será más fácil que acepten un mayor número de alimentos y ayudaremos a prevenir la obesidad infantil. Según los últimos datos, procedentes del estudio Aladino 2019, un 40% de los niños españoles de entre seis y nueve años tiene exceso de peso (el 23,3 %, sobrepeso, y el 17,3 %, obesidad). Una tendencia que va en aumento y que se ha convertido en uno de nuestros principales problemas de salud pública, que debemos combatir entre todos.