Obesidad y afecciones osteoarticular
La osteoartritis es la principal causa de dependencia de la movilidad y discapacidad, la obesidad es el factor de riesgo más importante en su desarrollo y, por otra parte, una disminución de la movilidad por causas osteoarticulares contribuye al inicio y mantenimiento de la obesidad.
Una pérdida del 5% del peso corporal contribuye a mejorar el pronóstico de las patologías osteoarticulares, especialmente de rodilla y cadera. Asimismo, una reducción del 10% del peso corporal y la práctica de ejercicio físico influyen también en la sintomatología y el dolor, mejorando la función articular y la calidad de vida de los pacientes.
El riesgo de sufrir una fractura aumenta exponencialmente con la edad no sólo por la disminución de la densidad mineral ósea, sino también por el sobrepeso. Los datos que arroja el documento ponen de manifiesto que el 30% de las personas de 65 años o más pueden sufrir una caída una vez al año y este porcentaje se sitúa en el 50% en los mayores de 80 años.
La obesidad puede suponer una “sobrecarga de las articulaciones que puede lesionar los cartílagos, sin embargo, otros factores presentes en la obesidad como la inflamación crónica, la resistencia a la insulina, pueden iniciar y perpetuar los problemas osteoarticulares. Así es como en la obesidad se pueden ver afectadas articulaciones que no están sometidas a la carga del peso. La obesidad también afecta al hueso y la sobrecarga de peso puede aumentar el riesgo de fracturas por estrés (sin un traumatismo importante) en pies y tobillos.