Fibromialgia y síndromes de sensibilidad central
Su relación con la endocrinología y nutrición.
Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Síndrome de Intestino Irritable, Migraña o Cefalea Tensional, Síndrome de Piernas Inquietas, Síndrome Químico Múltiple, entre otros…..pacientes con esos síntomas son frecuentemente diagnosticados, por distintos especialistas.
Ya en 1984, el Dr. Muhammad B. Yunus publica un artículo en la revista “ Arthritis and reumatology” en el que engloba todos estos síndromes/”enfermdades” en el llamado Síndrome de Sensibilidad Central (SSC), lo cual explica que el paciente no tenga numerosas enfermedades sino que tendrían un solo trastorno que puede provocar toda esta sintomatología descrita, pasando de ser entidades independientes a tener unos mecanismos de producción comunes.
Esta fisiopatología común se basa en una hiperexcitabilidad de las neuronas, lo que provoca una sensibilización central a los distintos estímulos periféricos: dolor, olor, ruidos, alimentos, productos químicos, campos electromagnéticos, cambios de tiempo, estrés, infecciones, uso de fármacos, etc., así mismo está presente una hipersensibilidad inmunológica a distintos antígenos alimentarios, químicos (fármacos, detergentes, jabones, cremas, maquillaje, etc.), físicos (luz, ruido, calor, frio cambio de tiempo, etc.), que en conjunto la desregulación de estos dos sistemas, inmunológico y central, producen una alteración en el sistema endocrino.
SI bien no existe un tratamiento “definitivo” para este grupo de enfermedades, pueden mejorar ostensiblemente si se les ofrece un abordaje multidisciplinar.
Los abordajes más contrastados, además del manejo del dolor con la medicación oportuna, son:
1- Nutrición/microbiota
2-Manejo del dolor ( LIMS o “estimulación magnética transcraneal de bajo campo)
3- Técnica mente-cuerpo
Algunos artículos encuentran algunas asociaciones de los SSC con determinadas alteraciones endocrino-metabólicas:
- Déficit de vitamina D o de B12,
- Disminución de la secreción de hormona del crecimiento,
- Niveles bajos de DHEA.
Por otro lado, tal como hemos señalado anteriormente, una dieta “antiinflamatoria” y un adecuado manejo de la salud intestinal/microbiota , así como pautas adecuadas de ejercicio físico ( aunque para estos pacientes resulte especilamente duro), pueden resultar de gran interés para mejorar la sintomatología.
Dra Teresa Lajo